¡Hola!
Después de
la intensidad de las Navidades aquí estoy de vuelta! Aprovechando la época del
año en la que estamos, las esperadas rebajas, y al hilo de un artículo que vi
hace unos días, retomo un tema que ya traté en uno de mis posts:s el comportamiento
que tienen algunos empleados en las tiendas.
Aunque
deberíamos pensar que a más lujo, más educación y atención, a veces no es así,
y la experiencia del cliente, lejos de ser algo fantástico, algunas veces se
reduce a malestar y a una sensación de no querer volver. Para la empresa, se
traduce en una pérdida de la venta y posiblemente de un cliente.
Estos días,
en las tiendas que no son tan de alta gama, vemos a dependientes agobiados,
rebuscando, colocando todo lo desordenado, atendiendo a los clientes
impacientes,… pero muchos de ellos siguen, al menos, con una sonrisa.
Esta es la
actitud que cualquier cliente espera de un asesor de venta, en cualquier tienda
del mundo, y es que, para ti, tú eres el único, aunque en la tienda haya 30
clientes más deseando lo mismo.
Aunque el
producto o la imagen de la tienda es un factor importante para cualquier
comprador, y especialmente para el que adquiere productos o servicios de lujo,
la atención en el punto de venta es fundamental, ya que forma parte de la
globalidad de la experiencia de compra.
El informe
“The new face of Luxury” destaca el elevado índice de infidelidad (¡80%-90% no
repiten!) por parte de los consumidores de las firmas del sector del lujo y es
debido, especialmente, a que no existe un vinculo cercano con los vendedores,
que no se preocupan en conocer quiénes son realmente sus clientes.
A los
vendedores del mundo: ¡tenéis la oportunidad de aportar valor al trabajo y a
las creaciones de grandes empresas! ¡No lo dejéis perder!
La actitud
determina la venta y la fidelización de la mayoría de clientes.
¡Un beso y hasta pronto!
Laura Moluco